A partir de ahora se
permite la perforación horizontal para hallar gas de esquisto en los Parques
Nacionales, como el de South Downs, siempre que la boca del pozo se encuentra
fuera del parque.
El gobierno se retracta
del visto bueno que había dado a las nuevas medidas de protección
medioambientales y permite así que las empresas de fracking puedan realizar
perforaciones horizontales bajo los parques nacionales y otras zonas protegidas
si los pozos se sitúan fuera de sus límites.
Los ministros se vieron
obligados el 26 de enero a aceptar la derrota de los diputados de su partido y
adoptar un número de reglamentos propuestos por el Partido Laborista (partido
de la oposición), pero las enmiendas finales presentadas por algunos diputados
se encargaron de cambiarlos de forma sustancial. Caroline Lucas, diputada del
Partido de los Verdes, acusa a los ministros de «hacer el trabajo sucio de las empresas de fracking», aunque, sin duda, la estrategia del gobierno será bien recibida
en la incipiente industria del gas de esquisto.
Las enmiendas de la
bancada laborista habían prohibido el fracking en parques nacionales, zonas de
gran belleza natural, enclaves de especial interés científico, así como en
zonas de protección de aguas subterráneas. Un estudio del Guardian mostró que
esta medida afectaba al 40 % del terreno de Inglaterra que el gobierno ha
ofrecido para la exploración de dicho gas.
El pasado miércoles
Amber Rudd, Ministra de Energía y Cambio Climático, se dirigió así a los
diputados: «Dados el tamaño y la dispersión de las zonas de gran belleza
natural y los parques nacionales, resultaría muy complicado asegurarse de que
la industria cumple la normativa en todos los casos sin inmiscuirse en su
actividad».
La ministra se negó a
definir el significado de «zonas protegidas», lo que podría dejar sin
protección alguna a muchas de las zonas de protección de agua subterránea. «En
este momento no debemos precipitarnos, porque nos arriesgamos a aprobar
restricciones de una forma que no nos ayudaría a conseguir los objetivos
marcados o podríamos excedernos y causar daños innecesarios para el desarrollo
potencial de la industria del gas».
David Cameron sostuvo
que el gobierno está apostando por el gas de esquisto en Reino Unido asegurando
que supondría la creación de miles de puestos de trabajo y una menor
dependencia de las importaciones. La oposición, por su parte, defiende que la
fractura hidráulica de rocas para liberar gas es un riesgo sanitario con gran
impacto medioambiental y va en contra de los objetivos del país para combatir
el cambio climático.
Tom Greatrex, portavoz
laborista de energía, dijo que permitir el fracking en zonas protegidas podría
conllevar que «estas se vieran completamente rodeadas por la industria del
gas». «No se puede escoger al azar el
nivel de protección [aceptado por el gobierno en enero]. Es de vital importancia proteger
correctamente las aguas subterráneas y las fuentes de agua potable.»
Lucas sostuvo también
que «esto supone una burla a las legítimas preocupaciones de la ciudadanía y
del propio proceso democrático», criticando el corto plazo que permitió el
gobierno para debatir la cuestión.
Se presentaron también
reglamentos contrarios que incluían información sobre residentes a los que se
les había notificado individualmente las operaciones de gas planeadas en su
zona y registraban fugas de un gas distinto al metano.
Simon Clydesdale,
activista en materia energética de Greenpeace dijo «que la decisión del
gobierno de debilitar los reglamentos sobre fracking, incluidos los destinados
a proteger nuestros suministros de agua potable, viene a demostrar que
necesitamos una moratoria sobre fracking. A pesar de la esfuerzos del Partido
Laborista por endurecerlos, los reglamentos aprobados hoy tienen tantas lagunas
que no nos garantizan la protección del agua, los espacios naturales ni el
clima».
Nick Clack, miembro de
la Campaign to Protect Rural England (movimiento que lucha por la protección de
los espacios rurales de Inglaterra) comentó que «el gobierno se enorgullecía de
haber aprobado unas sólidas garantías legales sobre fracking para proteger el
campo y sus comunidades. Ahora los ministros han echado por tierra lo
conseguido y con ello, han erosionado la confianza de los ciudadanos».
Traducción del artículo "Fracking will be allowed under national parks, UK decides" publicado en The Guardian el 12 de febrero de 2015
Traducción del artículo "Fracking will be allowed under national parks, UK decides" publicado en The Guardian el 12 de febrero de 2015